1. Elige el tamaño adecuado: El tamaño de los cuadros debe ser proporcional al tamaño de la pared y del espacio e
n general. Un cuadro demasiado pequeño puede parecer perdido en la pared, mientras que uno muy grande puede abrumar el espacio.
2. Considera la altura de los cuadros: La altura a la que cuelgas los cuadros es importante. La regla general es que el centro del cuadro debe estar a la altura de los ojos (aproximadamente a 1.60 m del suelo).
3. Crea una composición: En lugar de colgar un solo cuadro, puedes crear una composición con varios cuadros juntos. Pueden ser del mismo tamaño o de diferentes tamaños y formas, pero asegúrate de que funcionen juntos como un conjunto.
4. Combina colores y estilos: Los cuadros pueden ser una excelente manera de agregar color y estilo a una habitación. Puedes elegir cuadros que complementen la paleta de colores de la habitación o que agreguen un toque de contraste.
5. Aprovecha la luz natural: Si hay una ventana en la pared, coloca los cuadros cerca de la ventana para aprovechar la luz natural. Esto hará que los cuadros se vean más vibrantes y atractivos.
6. Experimenta con diferentes formas de colgar los cuadros: No tienes que limitarte a colgar los cuadros directamente en la pared. Puedes colgarlos de una cuerda o alambre, o incluso apoyarlos en un estante o repisa.
7. Asegúrate de que los cuadros tengan un significado para ti: Por último, pero no menos importante, elige cuadros que tengan un significado especial para ti. Pueden ser obras de arte que te gusten, fotos familiares o incluso algunos de tus propios dibujos o pinturas. Esto hará que la habitación se sienta más personal y acogedora.
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